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Country Manager, Iberia

El mundo actual se encuentra en una situación de policrisis. Las empresas multinacionales se enfrentan a una acumulación de amenazas —y oportunidades— que están intrínsecamente relacionadas entre sí y evolucionan rápidamente. En esta era de incertidumbre, es cada vez más importante que sus colaboradores aseguradores vayan más allá del pago de siniestros para innovar y crear un entorno más seguro para los clientes, independientemente de dónde operen, y les permitan tomar decisiones estratégicas para el futuro.

Retos complejos

El último AXA Future Risks Report resaltó la complejidad del entorno de riesgos y los retos a los que se enfrentarán los clientes en los próximos años. Por tercer año consecutivo, los expertos, las empresas y el público citaron el cambio climático, la inestabilidad geopolítica y la ciberseguridad como los tres principales riesgos.

El año pasado fue el tercero más caro de la historia en cuanto a pérdidas por catástrofes naturales. Y la magnitud de esos 140 000 millones de dólares en pérdidas económicas se pone de manifiesto si tenemos en cuenta que 2023 fue el segundo año más caro de la historia en cuanto a catástrofes naturales.

El coste de la ciberdelincuencia también está aumentando. En los últimos tres años, las pérdidas por ciberataques han aumentado en torno a un 15 %, hasta superar los 80 000 millones de dólares.

En este contexto, la evolución del entorno geopolítico, en el que los cambios parecen producirse de la noche a la mañana, está obligando a nuestros clientes a examinar sus cadenas de suministro, dónde operan actualmente y cuál podría ser su estructura en el futuro.

Los clientes están tomando decisiones a corto plazo, como cambios en la logística, en respuesta a estos tres retos interrelacionados. Pero, lo que es quizás más importante, estos riesgos complejos están influyendo en las decisiones estratégicas que están tomando para el futuro.

Anticiparse a los cambios estratégicos

Este es un mundo cambiante, que exige a las empresas adaptarse, pero además de riesgos, también hay oportunidades. Estamos viendo cómo algunos clientes trasladan sus inversiones de unos territorios a otros, en respuesta, por ejemplo, al cambiante clima geopolítico. Muchos están adoptando un planteamiento de «regionalización», en lugar de «globalización» que antes caracterizaba la estrategia de muchas empresas multinacionales.

Nuestra función es ayudar a nuestros clientes tanto en los retos a corto plazo como en los cambios estratégicos a largo plazo y ayudar a garantizar la sostenibilidad general de la economía. Nuestra experiencia en riesgo político, crédito comercial, guerra, terrorismo y violencia política, por ejemplo, nos permite dar respuestas inmediatas a algunos de los retos a los que pueden tener que enfrentarse nuestros clientes.

Pero, además de ofrecer cobertura para riesgos conocidos y cuantificables, nuestra visión de las tendencias en evolución, nuestras interacciones con diferentes actores de la economía mundial y los datos significativos y procesables que recopilamos nos permiten ayudar a nuestros clientes a comprender cómo les afectarán estos patrones de riesgo en evolución.

Aprendizajes multinacionales

El entorno cambiante significa que, quizás más que nunca, nuestros clientes internacionales necesitan comprender el contexto empresarial y los matices culturales de las regiones y países en los que operan.

Al diseñar nuestras soluciones multinacionales, dedicamos mucho tiempo a trabajar con las oficinas locales y los colaboradores de nuestra red para desarrollar nuestro conocimiento tanto del entorno legal y regulatorio como de las particularidades económicas y culturales de los diferentes mercados.

Esto nos permite ayudar a nuestros clientes a contextualizar sus riesgos. La naturaleza de esos riesgos y el coste de las reclamaciones pueden variar mucho en función del territorio. Nuestra presencia internacional y nuestra experiencia sobre el terreno nos proporcionan un conocimiento profundo de los diferentes entornos jurídicos y de responsabilidad civil en todo el mundo, así como de los factores sociales y culturales que influyen en las reclamaciones.

Por ejemplo, la Agencia Europea de Medicamentos tiene requisitos muy diferentes para las empresas que realizan ensayos clínicos que la Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos. Nuestro conocimiento de los diferentes entornos legales en los que operan nuestros clientes nos permite ayudarles a darles soluciones que respondan a los riesgos que pueden encontrar.

Innovando para el futuro

Está claro que los riesgos no se detienen. El ritmo de los cambios y la naturaleza compleja, interrelacionada y cambiante de los riesgos —y las oportunidades— a los que se enfrentan nuestros clientes nos obligan a buscar constantemente formas de innovar.

Las soluciones tecnológicas como las desarrolladas por AXA Digital Commerce Platform (DCP) nos han permitido ayudar a nuestros clientes a obtener información sobre los riesgos en tiempo real durante los devastadores incendios de Los Ángeles.

Nuestra capacidad para utilizar la tecnología geoespacial y el “geo-footprinting” nos ayuda a proporcionar información más precisa a nuestros clientes para que puedan gestionar los riesgos de forma proactiva. El conocimiento que podemos obtener sobre la ubicación exacta de los activos nos permite modelar mejor los riesgos; si podemos informar a un cliente de que trasladar la puerta de una fábrica unos metros puede reducir drásticamente su exposición a inundaciones repentinas, por ejemplo, podemos ayudarle a mitigar mejor sus riesgos y reducir las pérdidas.

Por supuesto, todo esto forma parte de nuestra misión “from payer to partner”, ayudando a nuestros clientes a gestionar sus riesgos y a tomar decisiones estratégicas basadas en datos y en el riesgo.

Y ese principio de colaboración también se mantiene después de un siniestro. Nuestro trabajo en el ámbito del riesgo cibernético no solo consiste en ayudar a los clientes a poner en marcha planes para prevenir riesgos, sino también a gestionar las consecuencias de los incidentes, lo cual es fundamental para reducir el coste total de los ataques y reforzar la resiliencia de nuestros clientes ante este riesgo cambiante.

Y la innovación no solo se aplica a las soluciones tecnológicas para los riesgos. Sabemos que tenemos que innovar en la forma en que formamos a nuestros compañeros, porque muchos de los retos a los que se enfrentarán para gestionar y mitigar los riesgos de los clientes son riesgos para los que no hay datos históricos y que requerirán nuevos conocimientos, como la captura de carbono.

Siempre avanzando

El cambio climático, la inestabilidad geopolítica y las amenazas cibernéticas en constante evolución no solo afectan a los riesgos de las operaciones de nuestros clientes, sino también a las decisiones estratégicas que estos toman ahora y para el futuro.

La innovación es fundamental. En este entorno en constante cambio, no hay lugar para la complacencia. Nuestro objetivo es proporcionar soluciones a los retos a los que se enfrentan nuestros clientes hoy y se enfrentarán mañana. Nuestra capacidad para proyectar y anticipar riesgos nos permite crear, de forma colectiva, un entorno más seguro para nuestros clientes y para el ecosistema en general.

Nuestro papel como colaborador, y no simplemente como pagador, nunca ha sido tan importante como ahora, en un momento en el que clientes grandes y pequeños deben tomar decisiones sobre dónde y cómo invertir y expandirse, cómo reforzar la resiliencia de sus cadenas de suministro, cómo estructurarse y mucho más.

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